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OJO SECO

Generalmente el ojo seco provoca molestias en los pacientes, pero no suele ser demasiado grave. Los tratamientos más sencillos para paliar la sequedad ocular y favorecer la lubricación natural de los ojos, como las lágrimas artificiales y las medidas preventivas suelen ser muy eficaces para paliar estos síntomas leves.

El ojo seco severo es una variante de esta molestia menos frecuente y mucho más grave, y suele producirse en el contexto de una enfermedad sistémica. Se caracteriza por:

  • Los síntomas son más severos, graves e intensos.
  • Es una dolencia crónica.
  • Puede llegar a comprometer la calidad de visión del paciente provocando visión borrosa, úlceras corneales, queratitis y, en los casos extremos, perforación ocular.
  • Para el manejo del ojo seco severo se necesita un tratamiento específico complejo

El tratamiento debe ser personalizado, según los hallazgos encontrados en la exploración. Es importante comenzar el tratamiento de manera precoz para prevenir el daño ocular:

  1. El fármaco más importante en el tratamiento del ojo seco es la lágrima artificial. Son lubricantes que humedecen y protegen la superficie ocular durante el parpadeo. Hay muchos tipos, pero las que llevan hialuronato sódico son las más eficaces en la mayoría de los casos ya que estabilizan la película lagrimal, protegen y estimulan a las células corneales y tienen efecto antiinflamatorio. Si es necesario poner lágrimas artificiales más de 4 veces al día es importante que estas no tengan conservantes. Es importante que no lleven conservantes. (para dormir se puede usar en gel)
  2.  También es importante limpiar los párpados a menudo con toallitas especiales para higiene palpebral.
  3.  Nuevo tratamiento Láser Luz Pulsada IPL para síndrome de ojo seco. En Cuenca en la consulta de Oftalnature contamos con el novedoso tratamiento de Luz pulsada IPL Lumenis M22. La IPL más moderna y eficaz para el tratamiento del ojo seco aprobada por la FDA.

Aunque el ojo seco es una dolencia que puede resultar ciertamente molesta, en la mayoría de las ocasiones sus síntomas desaparecen casi espontáneamente o con un tratamiento sencillo (lágrimas artificiales, colirios…). Solamente en casos muy extremos esta dolencia puede resultar peligrosa, pero únicamente si no se trata a tiempo, y en el contexto de determinadas enfermedades asociadas.

Un ojo seco severo precisa siempre del seguimiento cercano de su oftalmólogo.

Una visita rápida al oftalmólogo nos puede ayudar a detectar cualquier problema o enfermedad en sus estadios iniciales, lo que contribuirá a que el pronóstico sea mejor que si la detectamos en fases más avanzadas. Eso es lo que ocurre con el ojo seco.

GLAUCOMA

Al inicio de la enfermedad el paciente con glaucoma puede no percibir los cambios visuales que este provoca, ya que solo se ve afectada la visión periférica de forma gradual. Si la enfermedad va progresando, el paciente percibirá que su visión va adquiriendo forma de túnel hasta que también se ve afectada la visión central.

Cualquier estrategia de tratamiento de la enfermedad tiene como objetivo controlar la presión intraocular para evitar que se produzcan daños en el nervio óptico. Para ello, los oftalmólogos especializados en glaucoma pueden emplear fármacos, cirugía láser y cirugía convencional.

Si el glaucoma se diagnostica a tiempo y se establece un tratamiento, con el adecuado seguimiento por parte del especialista y atención por parte del paciente, es muy probable que este pueda llegar a conservar la vista.

Por lo tanto, para prevenir el glaucoma en el caso de los pacientes que tengan algún antecedente familiar se recomienda realizar un examen oftalmológico completo antes de los 20 años. En el caso de pacientes sin factores de riesgo aparentes, se sugiere realizar un estudio del ojo a partir de los 40 años.

A continuación, damos algunas indicaciones que deben respetar las personas con glaucoma:

  • Acudir a las revisiones oftalmológicas según la pauta indicada.
  • Aplicar las gotas de la forma aconsejada por el oftalmólogo y de manera constante. Si se tienen efectos secundarios, comentarlos con el médico.
  • Informar al especialista sobre los medicamentos prescritos por otros médicos.
  • Mantener una alimentación equilibrada.
  • Proteger los ojos de la luz solar.
  • Hacer ejercicio de forma regular y con moderación, evitando levantar peso o entrenamientos intensos.
  • Evitar las posiciones en las que mantenemos la cabeza boca abajo.
  • Proteger los ojos de posibles lesiones o traumatismos.
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